lunes, 10 de julio de 2017

HARINAS BLANCAS REFINADAS: 
REDÚCELAS O ELIMÍNALAS PARA TENER UNA MEJOR SALUD



Tener una dieta sin harina se ha vuelto algo muy popular en los últimos años, y es complicada de seguir. Sin embargo, está científicamente comprobado que reducir el consumo de harina (incluso si no lo eliminas por completo) puede ser muy bueno para tu cuerpo.

Muchos investigadores se refieren en sus estudios a los efectos perjudiciales que las harinas procesadas y refinadas causan en el organismo.
  
Un reciente estudio de la Universidad de Harvard, recomienda ingerir "carbohidratos buenos" y evitar los refinados. Según los investigadores, las ventajas de reducir al máximo estos últimos en la dieta son:

1. Si tienes sobrepeso, adelgazarás sin tener que comer menos cantidad.

2. Sentirás saciedad, tus ganas de picar entre horas disminuirá.

3. Debido a que el hígado crea grasa a partir de la glucosa proveniente de estos carbohidratos, al eliminarlos, tu nivel de triglicéridos en sangre se reducirá considerablemente.

4. Tus niveles de colesterol bueno (HDL) se elevarán a valores más favorables.

5. Tus niveles de insulina, en lugar de variar mucho y de forma brusca (comportamiento con innumerables complicaciones para la salud), se mantendrán estables.

6. Si tienes la presión alta, es casi seguro que ésta se normalizará.

7. Reducirás de forma importante el riesgo de enfermedad cardiovascular.

8. Si tienes posibilidad de sufrir diabetes adquirida o eres pre-diabético, es muy probable que te permita tener la enfermedad bajo control incluso sin medicación.

Diferencias entre harina refinada e integral

Un artículo publicado por la Revista del Consumidor de México explica que las harinas integrales proporcionan energía en forma gradual, sin desequilibrar los niveles de glucosa en la sangre.

Sus calorías son metabolizadas por el hígado, transformadas en glucosa y distribuidas en el organismo en forma de energía que se libera conforme el cuerpo lo necesita.

Por el contrario, para obtener harinas blancas, los cereales experimentan un proceso de molienda y refinamiento que implica aplastar y trocear los granos enteros para despojarlos del salvado (rico en fibra) y del germen (que contiene vitaminas, proteínas, minerales y grasas insaturadas).

Después del proceso lo único que queda son los hidratos de carbono que convierten a las harinas blancas o refinadas en un alimento pobre desde el punto de vista nutricional.

Harinas refinadas y azúcar

En opinión de Genaro Matus, académico de la Facultad de Medicina de la UNAM, al ingerir harinas refinadas, el cuerpo capta azúcar en exceso dentro de sus células. Esto puede modificar el transporte de los nutrientes y provocar lesiones celulares.

A nivel orgánico, explica el experto, se alteran muchas funciones metabólicas y hormonales; y a nivel cerebral ocurre otro problema, al igual que como sucede con las drogas, actúa con quimiorreceptores que a corto o largo plazo pueden llegar a desarrollar una dependencia.

5 Efectos de las Harinas Blancas refinadas 

1. Aumento de peso

Si bien es cierto que no pasaría nada si nos limitáramos a consumir una pizza a la semana o un sándwich de pan blanco, el problema reside, tal y como te hemos indicado antes, en que gran parte de nuestra dieta cotidiana contiene un alto porcentaje de harinas blancas refinadas.

El problema de las harinas refinadas es que se digieren muy rápido. Es una energía muy breve que, además, provoca que la insulina aumente y se mantenga en niveles muy elevados.

Poco a poco, sufriremos un aumento de las reservas de grasa en el organismo y, a su vez, se crea adicción, puesto que nuestro organismo nos demanda ese tipo de combustible: el presente en los dulces o el pan blanco.

2. Los alimentos con harinas blancas refinadas carecen de nutrientes
Te lo señalábamos al inicio. Mientras que las harinas integrales conservan el pericarpio (la cascarilla del grano), el germen y el endospermo, a las harinas blancas se les retiran estos dos últimos componentes.
  • Se destruyen sus nutrientes esenciales.
  • Se elimina la Vitamina B, esencial en nuestra dieta.
  • Eliminamos la fibra, esencial para la salud intestinal y para obtener mejor los nutrientes de los alimentos.


3. Las harinas blancas refinadas tienen “componentes ocultos”
Con las harinas blancas refinadas sucede lo mismo que con otros muchos alimentos industriales: se les añaden componentes para potenciar el sabor y conservarlas.

Las harinas procesadas pasan, además, por sistema de refinamiento donde se les pone un colorante “blanco”.
Según el artículo citado por el Daily Mail, las harinas blancas refinadas contienen los siguientes elementos:
  • Sal
  • Soja
  • Jarabe de maíz alto en fructosa
  • Emulsionantes del sabor
  • Conservadores
  • Grasas trans (aceites emulsionadores)


4. Riesgo de padecer alergias
El consumo intenso de harinas blancas refinadas puede traer problemas digestivos e intolerancia al gluten. Además, lo que se ha visto en muchos casos es que todas aquellas personas que son grandes consumidoras de harinas blancas refinadas presentan una deficiencia de vitamina B.

Según diversos estudios, se estima que un 20 por ciento de los adultos padece de deficiencia en B12. Esta carencia puede conllevar desde alergias hasta problemas cardíacos o digestivos.

Otro dato que debemos tener en cuenta es que para la elaboración de estas harinas se utiliza un tipo de enzima llamada amilasa, la cual es conocida por causar asma.

Es importante recordar también que, a la hora de cultivar trigo, para conseguir grandes cosechas se recurre a determinados fungicidas. Con ello, acabamos ingiriendo una harina con una determinada carga tóxica que, de acumularse en exceso, puede traer consecuencias.

5. Cansancio, fatiga y depresión
Los carbohidratos son “depresivos” naturales. Esto se debe a que su acción altera la química del cerebro y provoca cansancio, una sensación deprimente e incluso somnolencia.

Piensa que si desayunas, por ejemplo, un bollo o un sándwich de pan blanco, vas a tener hambre al poco tiempo. En poco más de media hora te sentirás cansado y falto de 
energías.


Es importante sustituir la harina blanca refinada por la integral: tendremos más nutrientes, regularemos el colesterol y, además, dispondremos de más energía y estaremos más saciados.





Fuente: Actitudfem.com, mejorconsalud.com

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