viernes, 24 de marzo de 2017

NUEVA TENDENCIA:
Mezclar tus bebidas con Soda en lugar de Tonic.


Sorpresa en las mejores barras: cada vez más personas reinventan su combinado favorito sustituyendo el refresco por agua con gas. Y por una muy buena razón...

El azúcar es el tabaco del siglo XXI. Vale. Pero, ¿qué hacemos entonces con las copas? Todos los combinados llevan algún tipo de refresco y eso se traduce en ‘dulce veneno‘. Hubo un tiempo en que las bebidas light surgieron como una alternativa -pese a su regusto a sacarina-, pero ahora también están en entredicho.

¿La solución saludable? El agua con gas. Mezclar el alcohol con agua carbonatada para no perder el efecto refrescante y potenciador de las burbujas. “El pedido de bebidas con agua con gas o soda está creciendo”, afirma Borja Monjero, Brand Ambassador de Hendrick’s Gin, ratificando una tendencia en alza en las mejores barras.

Vodka o ginebra con soda, el nuevo combinado favorito que evita a los criminalizados refrescos. 

Cuando se sustituye el agua por el refresco, el sabor de la ginebra sobresale, ya no cuenta con el amargor de la tónica que lo matiza, “el limón se convierte en un ingrediente clave, sin él la copa pierde mucho”, explica Carlos Lorente, Él se sumó a la tendencia hace dos meses, en un viaje con amigos, uno de ellos ha eliminado el azúcar de su dieta.



“Me da por favor un gin tonic con su cáscara de limón, bien preparado, ¡pero sin tónica! Me lo va a servir con agua con gas”: así se eliminan de un plumazo 21 gramos de azúcar, una cuarta parte de la cantidad diaria recomendada por la Organización Mundial de la Salud. 

Brindemos por esos 21 gramos de azúcar menos en cada copa. ¡¡EN UNA SOLA COPA!!

A la reducción de glucosa hay que sumarle la ingesta de agua. El alcohol deshidrata y tomar agua mientras se bebe es muy recomendable. “De esta manera ya estás despreocupado y la resaca es mil veces mejor”, afirma Lorente. Jonatan Muñoz, barman con más de cuatro años de experiencia en el prestigioso Hawksmoor Spitalfields de Londres, refrenda la teoría: “Antes en los pueblos siempre había el típico que tomaba whisky con agua porque te levantas mejor al día siguiente”. Juan Luis Alfonsea, médico, rebaja la euforia: “Solo mejoraría ligeramente la deshidratación, pero no es algo significativo”.

Añadir agua al alcohol… ¿para mejorar la resaca?
El hábito de sustituir la tónica o el refresco de cola por agua carbonatada parece muy beneficioso… si el consumidor se preocupa solo por lo que acompaña a los espirituosos. Y es que si hablamos de calorías, el alcohol engorda. Aunque hay bebidas alcohólicas que no llevan azúcares añadidos, como el whisky, sí aportan calorías vacías (no contienen nutrientes). “El cuerpo ingiere el alcohol y en última instancia lo transforma en un azúcar, en glucosa”, afirma Alfonsea. “El beneficio se logra al eliminar el azúcar del refresco, no tanto por el hecho de añadir agua a la copa”, añade. Una dosis para un combinado (50 ml) aporta entre 120 y 140 calorías, según el tipo de destilado.

Si buscas reducir la ingesta de azúcares, ¡adelante!, mezcla con agua. Si solo buscas reducir la ingesta de calorías… entonces limítate a beber agua, ¡y nada más!

Cócteles tradicionales
Lo que no saben muchos de los que se apuntan a la nueva moda de ginebra con agua es que están reformando uno de los cocktails icónicos de la mixología estadounidense del siglo XIX, el Tom Collins. Este cóctel se prepara con tres partes de ginebra, dos de jugo de limón, una de azúcar (¡de nuevo el azúcar!) y cuatro partes de agua carbonatada. Pero hay otra bebida que se acerca más a esta nueva tendencia de eliminar el refresco de los cubatas. Es el Rickey y es muy versátil, consiste en servir 50 ml de ginebra, ron o bourbon y añadir el jugo de media lima y terminarlo con agua con gas.



El whisky sí se ha mezclado tradicionalmente con agua, tanto mineral como con gas. Incluso con el agua que le aportan dos piedras de hielo que se derriten en la bebida. Cuando se popularizó el uso del refresco en la década de los sesenta para mezclar con las bebidas alcohólicas, muchos consumidores se lanzaron al combinado por su sabor más dulce. Pero, “al que le gusta el whisky, no le pone ningún refresco para que predomine su sabor”, 

Agua carbonatada: agua con gas o soda
Al agua con gas bien se le ha añadido artificialmente gas carbónico, que es lo que produce las burbujas o se produce de manera natural en el manantial del que se obtiene. La soda, en cambio, es agua con gas al que se suma bicarbonato, que la hace ligeramente más amarga. Constituyó una alternativa a la tónica, menos amarga, más insabora y sin calorías.






Fuente: www.grazia.es

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