LA IMPORTANCIA DE QUE LOS NIÑOS TOMEN AGUA
En principio, tanto la leche materna
como la leche de fórmula
le proporcionan ya la cantidad de líquido necesario para su organismo. Una vez
iniciado el destete, es conveniente añadir agua a la dieta del bebé, en una
cantidad equivalente al peso de una de las comidas. Beber agua es importante,
sobre todo, durante los meses de calor, ya que se suda más y, en consecuencia,
se pierden más líquidos.
En función de su edad y de su peso los lactantes:
3 meses: necesitan beber entre 750 y 850 ml de agua al
día,
6 meses:
entre 950 y 1.100 ml diarios
al año de vida: entre 1.150 y 1.300 ml cada día
A medida que van creciendo, las necesidades de agua se
van incrementando. Así, desde el año
hasta los 10 años conviene beber un litro y medio diario (de 4 a 6 vasos), y
dos litros entre los 11 y los 18 años (de 6 a 8 vasos).
Para estar bien hidratado, hay que acostumbrar a los
niños a tomar agua y este buen hábito forma parte del proceso educativo
dirigido al cuidado del cuerpo. El agua ayuda a limpiar el organismo de toxinas
y de elementos que deben expulsarse. Además, sirve para mejorar el metabolismo
de los alimentos y es importante para evitar el estreñimiento.
Por eso, es importante acostumbrar a
los niños a beber agua, aunque no tengan sed. El agua que tomen los
niños debe estar a temperatura ambiente y no demasiado fría, porque puede
producir distensión abdominal.
FUENTE: Guiainfantil.com